lunes, 12 de marzo de 2012

El ratón y el gato


EDAD A LA QUE VA DIRIGIDA: A partir de 4-6 años.
TIPO DE JUEGO: Social
OBJETIVOS:
-        Reforzar el análisis sobre la importancia de la empatía.
-        Vivenciar la diferencia de poder.
-        Vivenciar el cambio en la escala de poder.
MATERIALES UTILIZADOS: El material necesario para la realización de esta actividad, será la historia que vamos a contar. Y el espacio necesario será aquel que esté libre de sonidos.
TEMPORALIZACIÓN: La duración de esta dinámica será aproximadamente de 20 min.
DESARROLLO DEL JUEGO: para el comienzo de la dinámica nos quedaremos todos en silencio y con los ojos cerrados, a continuación la educadora con voz tranquila y suave empezará a contar la historia del ratón y el gato.
"Cierra los ojos e imagina que abandonas esta sala y caminas por una cera muy larga. Llegas ante una vieja casa abandonada. Ya estás en el pasillo que conduce a ella. Subes las escaleras de la puerta de entrada. Empujas la puerta que se abre chirriando…entras y recorres con la mirada el interior de una habitación oscura y vacía.
De repente, una extraña sensación te invade. Tu cuerpo empieza a tiritar y a temblar. Sientes que te vas haciendo cada vez más pequeña. Ya no llegas más que a la altura del marco de la ventana. Continúas disminuyendo hasta el punto que el techo ahora parece muy lejano, muy alto. Ya sólo eres del tamaño de un libro y continúas empequeñeciendo. Te das cuenta entonces de que has cambiado de forma.Tu nariz se alarga cada vez más y tu cuerpo se cubre de vello. En este momento está a cuatro patas y comprendes que te has convertido en ratón. Miras a tu alrededor desde esa situación de ratón. Estás sentada en un extremo de la habitación. Después ves moverse la puerta ligeramente. Entra un gato. Se sienta y mira a su alrededor muy lentamente con aire indiferente. Se levanta y avanza tranquilamente por la habitación. Te quedas inmóvil, petrificada. A los gatos les gusta comer ratones. Oyes latir tu corazón. Tu respiración se vuelve entrecortada. Miras al gato y acaba de verte y se dirige hacia ti. Se acerca, lentamente, muy lentamente. Se para delante de ti y se encoge.
¿Qué sientes en este preciso momento? ¿Qué alternativas tienes? ¿Qué decides hacer?  Justo en el momento en que el gato se dispone a abalanzarse sobre ti, su cuerpo y el tuyo comienzan a temblar. Sientes que te transformas de nuevo. Esta vez creces. El gato parece volverse más pequeño y cambia de forma. Tiene el mismo tamaño que tu... y ahora ya es más pequeño...  El gato se transforma en ratón y tu eres un gato. ¿Cómo te sientes ahora que eres más grande y que no estás acorralada?...  ¿Qué te parece el ratón?... ¿Cómo se sentirá el ratón?...  Y tu ¿qué sientes ahora?...  Decide lo que vas a hacer e imagina que lo haces... ¿Cómo te sientes ahora?... La transformación vuelve a comenzar. Cada vez creces más. Poco a poco vas recobrado tu tamaño habitual. Ahora ya eres tu misma. Sales de la casa abandonada y vuelves a esta sala... Abres los ojos y miras a tu alrededor... "
REFLEXIÓN:
¿Quién quiere decir algo? ¿Alguien ha tenido miedo? ¿Cuándo te has quedado paralizada de miedo? ¿Alguna vez has tenido miedo de alguna persona? ¿Alguna vez has dado miedo a alguien? ¿Te has sentido amenazada alguna vez? ¿Has amenazado a alguien alguna vez?
Entre los sentimientos destacamos:
 Cuando se es pequeño: Temor, impotencia, odio hacia el gato, alguna persona manifiesta no sentir que el gato les fuera a atacar sino que sentían ganas de jugar. Cuando se es grande: Ganas de revancha, “te vas a enterar”. Ganas de que el gato comprendiera que no le haremos daños. Deseo de comportarse sin abusar del poder ahora que se cambiaron las tornas. De aquí se sugiere: la diferente visión según se esté en un nivel de poder u otro. La violencia como productora de ganas de vengarse. La importancia de conocer todos los puntos de vista.

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